Pisos: La clave en sus ambientes

No es una exageración: el piso es el elemento decorativo -¡y por supuesto, funcional!- más importante a la hora de decorar un espacio. No solo porque una de sus principales tareas es resaltar el mobiliario y los accesorios, sino porque los colores de las paredes, de los muebles y de las cortinas –o persianas, paneles, enrollables o los súper de moda, acrílicos decorativos-; y también los materiales y las telas, deben elegirse de acuerdo con el tipo de piso que hayamos seleccionado.

Y en esto de la elección, debe primar la razón sobre el corazón. O mejor, la practicidad sobre el gusto, aunque siempre es posible equilibrar las dos.

El análisis debe partir de preguntas básicas sobre el área donde se instalará el piso y de sus necesidades: ¿será muy transitada?, ¿cada cuánto necesitará limpiarla?, ¿en casa hay niños o mascotas?, ¿el tráfico incluye tacones?, ¿el ambiente es húmedo?, ¿le dará el sol al piso directamente?, ¿de cuánto presupuesto dispone?

Cada tipo de piso se adapta a determinadas exigencias, así que el primer paso antes de decidirse es asegurarse que le ofrece durabilidad y que mantendrá sus características durante mucho tiempo.

Porque usted debe tener siempre presente que a diferencia de los muebles, de los accesorios o del color de las paredes –los cuales se pueden cambiar con relativa periodicidad-, hacer esto mismo con los pisos demanda una buena inversión de dinero, de tiempo… ¡y además significa más molestias!

Estas son las “normas”

- Todos sabemos que renovar los pisos no es tarea ni fácil ni barata. Y como las tendencias en diseño de interiores van y vienen, con seguridad tendremos que cambiar los colores de las paredes, así como el mobiliario y los accesorios. Y el riesgo es que el piso no conforme un buen matrimonio con el resto del ambiente.

Para evitar este problema, opte por colores neutros y naturales, los cuales conjugarán con cualquier tendencia.

- Recuerde que no es requisito –incluso se ve aburrido- poner el mismo piso en todas las áreas de la casa o el apartamento. Es cierto que da continuidad y que la sensación visual puede disminuirse utilizando un estilo de decoración diferente en cada área.

Pero se ven mejor diferentes tipos de pisos que “separen” las zonas.

Puede asesorarse de un experto o ajustar propuestas a sus necesidades y gusto personal para jugar con las muchas clases de suelos que existen, poniendo los cálidos en las habitaciones (madera) y los fríos en las áreas sociales (porcelanato, por ejemplo).

- En cuanto al color, los interioristas demandan las mismas reglas que debemos seguir cuando vamos a elegir los muebles, las cortinas y la tonalidad de las paredes.

Esto significa que si el área tiene poco o un metraje promedio, tendrá que optar por colores muy claros -incluso en la madera-. Solo así logrará sensación de amplitud.

Si elige pisos oscuros en espacios pequeños, el blanco deberá primar en el resto de los objetos y solo podrá permitirse un único color contrastante.

- Hablando de áreas pequeñas, prefiera formatos grandes de pisos; es decir, tabletas grandes o tablones anchos. De esta manera generará el efecto visual de continuidad.

-  La misma regla sobre el color debe usarse en pisos laminados. Estos se consiguen en un variado espectro de tonalidades, así que las más oscuras deben ir acompañadas de muebles claros, con líneas sencillas, preferiblemente rectas, y un diseño más bien minimalista.

LA MAGIA DE LOS CERÁMICOS

Indudablemente son el boom de la temporada. Atrás quedaron los tiempos en que se limitaban a los baños y cocinas. Ahora se convirtieron en la tendencia más apreciada -junto a la madera o a las buenas imitaciones de madera-, para lucir en las áreas sociales.

¿La razón? Los fabricantes lograron un increíble abanico de colores y apariencias de texturas (marmolizada, de granito, de madera, natural, en mosaico y un largo etcétera), que prácticamente es imposible no encontrar uno acorde a nuestro gusto. Porque se consiguen en diseños y colores desde muy tradicionales y elegantes, hasta propuestas más vanguardistas.

Igualmente, los precios fluctúan desde gamas altas hasta otras más económicas, las cuales deben ser analizadas desde la perspectiva costo-beneficio a largo plazo.

Si usted pregunta por la principal virtud de los pisos cerámicos (y de los porcelanatos, los cuales se diferencian por ser más brillantes), la votación se inclinará por la facilidad para limpiarlos (¡las manchas quitan en un santiamén!). Le sigue el hecho de que a través del tiempo lucen como el primer día que los instalaron. Sin contar con que los ácaros no los habitan, no se impregnan de olores y resisten la luz del sol y la humedad.

Como no se rayan fácilmente, son impermeables, resistentes a la abrasión y soportan muy bien el roce de las patas de los muebles, solo deberá tener cuidado de no dejarles caer objetos pesados que puedan desportillarlos.

A la hora de instalarlos hay dos claves: asegurarse de que la superficie está nivelada y que no quede un espacio muy apretado entre tableta y tableta. Así evitará que con el paso del tiempo éstas se “salten”.

Por otro lado, si usted prefiere lo cálido, podría encontrar los suelos cerámicos algo fríos.

LA CALIDEZ DE LA MADERA

¡Calientito! Es lo primero que viene a la cabeza cuando visualizamos un piso de madera.  Y lo mejor: se ve divino en muchos lugares de la casa. Habitaciones, estudio, zona social, pasillos…

La variedad sorprende en cuanto a colores –va desde los más claros hasta aquellos marrones oscuros, ideales para áreas amplias- y al tamaño de los tablones, que desafían todos los gustos. Para cubrir esta necesidad existen los cerámicos con acabados de madera, que brindan todo el elemento estético de la madera, con la durabilidad del piso cerámico. Usted debe asegurarse de tener un buen asesor que le oriente en la elección de un piso original, con un grado alto de resistencia, y que le explique las exigencias de mantenimiento y limpieza.

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